EMILIO DE JUSTO ESTUVO A UNA OREJA DE DISTANCIA

Se lidió un encierro de la ganadería de Hnos García Jimenez – O. Jimenez de buena presentación y juego variado. Destacó el lidiado en tercer lugar, que fue premiado con la vuelta al ruedo.
Morante de la Puebla encabezaba el cartel, vistiendo un traje naranja y plata; traje que recuerda a Victoriano de la Serna en los años 30 y a Antonio Bienvenida en los 60.
Su primer toro fue devuelto y ha salido el primer bis que aunque con poco recorrido cuando embestía lo hacía con calidad especialmente por el izquierdo y después del segundo muletazo, donde Morante ya lo había metido en su pañosa. Probó los dos pitones, con poca distancia entre su cuerpo y los pitones del toro, templado y pausado el andaluz. Mató con una estocada entera algo tendida pero en buen sitio. Saludo desde el tercio tras petición.
Al hilo de las tablas con pases por alto, Morante salió a por todas, una clase de toreo clásico y antiguo; trincherazos de pintura. Se le vio acortando las distancias, provocando las embestidas y llamando la emoción del respetable. Entró a matar con mucha calma y ha metido toda la espada, un pelín desprendida. Oreja.
Alejandro Talavante, que volvía a Sevilla tras no torear desde 2018. Saludó con un suave y artístico inicio con el capote y luego tumbado de rodillas comenzó su faena de muleta con la mano derecha y muy templado. Acusaba falta de fuerza el segundo de la tarde, pero con una nobleza y recorrido amplio a media altura. Talavante comprendió a la perfección que con este toro debía ser de faena corta pero profunda, templado pero llevándolo con cuidado para que no perdiese las manos. Lástima que con la espada ha pasado en falso dos veces y luego ha pinchado tres veces, mató con recurso. Palmas.
Con el quinto a Talavante le ha tocado esforzarse mucho más, el toro era medio reservón y no pasaba a gusto por la muleta. Fue el torero quien puso la autoridad en sus muñecas y lo hizo pasar en numerosas oportunidades, además templado evitando que los pitones se llevaran la muleta. La espada cayó muy baja y eso le ha quitado el lucimiento ante lo sevillanos.
Emilio de Justo vestido de un guinda y oro, precioso el traje con un bordado ligero pero muy bien detallado. Con una serie de chicuelinas ajustadas y una media verónica, De Justo gustó a Sevilla, infortunadamente saliendo del capote se llevó una fea cogida que le rompió la taleguilla en su pierna derecha, sin mayor consecuencia que un puntazo.
Qué grande ha estado Emilio en la faena, con un muy buen toro; la faena empezó sometiéndolo por bajo y luego llevándolo templado, larguísimo y con tandas de más de cuatro muletazos cada una, rematando siempre con calidad. La Maestranza se entregó a Emilio, hizo silencio para el tercer tercio el que fue Perfecto en ejecución. Dos orejas y vuelta al ruedo al toro.
El sexto de la tarde no fue el toro que necesitaba Emilio de Justo, estaba a una oreja de distancia de un gran triunfo. Pero el toro era hostil en su embestida y sin emoción. Todo su esfuerzo hizo pero fue sin fruto. Muy buena estocada. Palmas
Por: Carolina Baquero